- Sandra: "Necesito empezar de nuevo con mi familia, porque por todo lo que pasamos, es necesario un cambio
|
Fachada del establecimiento situado en el Paseo Limonar nº 12 de Málaga Capital |
ROIPRESS / MÁLAGA - ESPAÑA / PROTAGONISTAS - Sandra vivía en Ensenada (México), su ciudad natal, pero a los 17 años se marchó a Los Ángeles (Estados Unidos) para echar una mano a su hermana que vivía allí y acababa de ser madre. No obstante, Sandra era muy joven y echaba de menos a sus padres, y por eso regreso a Ensenada. Pero "el gusanillo norteamericano" ya le había picado, y al cumplir los 18 decidió que iba a volver a estudiar a Estados Unidos.
Sandra consiguió un permiso de estudiante para volver al país y al llegar a Los Ángeles se alojó con su hermana, a la cual ayudaba con el niño (su sobrino) mientras se iba sacando los estudios. AUnque a Sandra no le sobraba tiempo, sus ganas de independencias eran mayores que las de acomodarse, así que cuando un tío suyo puso en marcha un restaurante y le ofreció un empleo, Sandra no lo dudo, comenzó a trabajar y poco después se pudo independizar ya que gracias a ese trabajo se podía pagar un piso pequeño en Santa Mónica (California) y seguir estudiando.
|
Sandra (México) y Federico (Italia), el matrimonio propietario de La Tertulia del Limonar en Málaga, (España)
|
Tok tok, ¿Quién es?... "Soy el amor y vengo a cumplir tus deseos"
En Los Ángeles conoce a Federico, su actual marido, un italiano de la ciudad lombarda de Pavía. Ambos se enamoran y viajan a Italia. Ese viaje se prolonga y se quedan a vivir en Pavía, una ciudad al norte de Italia situada entre Milán y Génova, porque Federico es hijo único y en ese momento su madre necesitaba ayuda con el negocio familiar. Así que residen en Italia por 6 años, en ese tiempo se casan y tienen un hijo.
Tras ese periodo y con un niño de 4 años, ambos regresan a Santa Mónica, donde estaba la familia de Sandra, pero ambos sabían que ese retorno a California era temporal para que su hijo conociera a su familia materna. También influyó el clima, porque para Sandra es algo muy importante, y entre los días grisáceos del norte de Italia y sol de California, ganó California.
|
Salón de La Tertulia del Limonar tras la reforma |
Tok tok, ¿Quién es?... "Soy el cáncer y vengo a cambiar todos tus planes de vida"
Al regresar a California, que era donde estaba todo lo de Sandra, su familia y amigos, la pareja tuvo que trabajar mucho, pero al no parar de trabajar siendo padres y viendo a su hijo crecer en medio de tanta ocupación, se plantearon el dejar atrás California y marcharse a algún otro sitio donde ellos pudieran tener una mejor calidad de vida para atender mejor a su hijo, y ambos coincidían en que dónde mejor podían estar era en Europa.
En 2019 cuando su hijo ya tenía 10 años y todavía vivían en Santa Mónica (California), fueron visitados por la madre de Federico que había enfermado de cáncer. Era el momento, podían regresar a Italia para poder estar cerca de la abuela y a la par salir de Estados Unidos hacia Europa.
Pero en enero de 2020, cuando todavía están organizando el dejar California, descubren que no es la madre de Federico la única que tiene cáncer en la familia, Sandra también lo tiene, un cáncer de útero, y eso paró todos los planes de traslado.
Sandra es operada para evitar que se expandiese la enfermedad, pero la operación se complicó y después de salir del quirófanos fue nuevamente hospitalizada de urgencia porque tenía tres problemas juntos: Un líquido que se quedó en el estómago; un gran hematoma interno; y un coágulo de sangre. Sandrá llega al hospital al borde de la muerte. En ese momento su suegra también estaba muy grave en Italia, pero Europa ya estaba en alerta Covid. Los médicos de Sandra no podían acceder al líquido para drenarlo, la única forma de llegar era romper un músculo en la zona pélvica, un músculo sin el cual no podría caminar, pero si no hacían eso y rápido, Sandra simplemente no podría vivir.
Al día siguiente de recibir el alta por esta operación urgente, llegó el primer caso de Covid al hospital, por lo que toda la rehabilitación para recuperarse Sandra, la tuvo que realizar en su casa. En ese mismo periodo, durante el pico de la pandemia, fallece en Italia la madre de Federico como consecuencia del cáncer que venía padeciendo. A pesar de tener nacionalidad italiana, Federico no podía entrar al país porque su residencia estaba en Estados Unidos, así que no pudo despedirse de su madre. Al mismo tiempo que sucedía todo eso, su esposa Sandra necesitaba cuidados para poder volver a caminar tras la operación en la que los médicos habían tenido que romper uno de los músculos claves para andar, y en medio del confinamiento, solo Federico le podía dar esos cuidados a Sandra.
Cuando parece que ya no puede ser peor, la vida siempre te demuestra que te equivocas
A los seis meses, cuando Sandra apenas se acababa de recuperar y ya caminaba de nuevo, va a una revisión rutinaria y le hacen un TAC. Las noticias son fatales, su cáncer de útero había hecho una metástasis y se había extendido, ahora estaba en un estadio o etapa III, que es la que afecta a los ganglios linfáticos cercanos, en su caso en la pelvis.
Aunque no le correspondía, por suerte su caso lo coge uno de los mejores ginecólogos de Estados Unidos. Como faltaba menos de un mes para el cumpleaños de su hijo Sandra le preguntó al médico si podían empezar con la quimioterapia después del cumpleaños. El médico le dijo que en su estado cada día contaba y era valioso.
Sandra empezó a someterse a una quimioterapia muy fuerte combinada con radiación. La quimioterapia fue tan fuerte que la tuvo desvanecida en la cama por un año. La tenían que llevar a las sesiones en silla de ruedas. Le resultaba imposible comer o beber, no por desgana, sino porque su cuerpo rechazaba todo lo que entrase al estomago, ya fuese sólido o líquido. Por ello, tres veces por semana tenían que ponerla suero para mantenerla con vida.
Federico estaba ante el abismo, siendo hijo único había perdido a su madre por el cáncer sin poder despedirse de ella, y ahora su mujer estaba en la misma situación, y era padre de un niño de 10 años.
Sandra dice que ella vivió una montaña rusa de emociones, con momentos de mucho miedo pero siempre aferrándose a su aptitud, que ella misma califica como de un 150% positiva. Desde el principio ella se decía a sí misma: "Yo voy a estar bien, Yo voy a sobrevivir porque tengo un hijo de 10 años que me necesita".
|
Interior de la cafetería La Tertulia del Limonar |
Adiós California, hola España
En abril del 2022 Sandra termina su última quimioterapia y en julio su doctor le dijo “Sandra, estás libre de cáncer, ya estás limpia, no tienes nada. El médico le dijo que siempre era posible que el cáncer le regresase, pero ella dijo: "Este no es mi momento, yo me voy a encargar de que no regrese".
Tras recibir esa buena noticia Sandra se fue a su casa y le dio la noticia a su marido. Federico le dijo “Ok, entonces ya nos podemos ir” y ella le dijo “Sí, ya nos podemos ir”. Se declara una amante de California y de Estados Unidos, y le está muy agradecida, pero con todo el dolor de su corazón lo dejó atrás, como ella misma dice: "Un país que me le dio todo".
Sandra y Federico dejaron de lado el miedo y cogieron valor para mandar todas sus cosas a Málaga, a una ciudad en la que no habían estado y solo conocían por algunos vídeos de Internet. Lo difícil no fue empezar de nuevo en Málaga, lo más difícil del cambio fue que a su hijo le pilló con 13 años, y la adaptación para él no fue sencilla, casi por un año el niño lloraba y lloraba sin entender por qué le habían llevado a otra ciudad quitándole de todo lo que conocía, amigos y lugares.
Primero llega ella a Málaga para buscar un piso, y luego cuando llegó Federico les surgió la oportunidad de quedarse con La Tertulia del Limonar a través de la abogada que llevaba sus papeles, la cual tenía otro cliente que vendía la cafetería. Tenían claro que en Málaga tendrían que montar un negocio, aunque no necesariamente de hostelería, pero como era el sector en donde ya tenían experiencia, y además ellos ya habían visto en Facebook que su dueño lo vendía, y habían pasado para verlo.
Tras dos meses de negociación y después trabajar un mes con el antiguo dueño para conocer a la clientela y el estilo, descubrieron que la hostelería en Málaga es muy diferente a California, sobre todo en el trato al cliente.
Tras una reforma total del local que duró cinco 5 semanas, La Tertulia del Limonar reabrió sus puertas para convertirse en el lugar más acogedor y agradable de toda la zona.
Sandra y Federico llegaron a Málaga sin conocer la ciudad y ahora son unos enamorados de Málaga. Sienten que están en el sitio perfecto porque es una combinación perfecta de todo lo que les gusta. Se habla español como en México, el país de origen de Sandra. Es una ciudad con puerto de mar como donde ella nació en Ensenada, en Baja California, México. Tiene muchas palmeras y un clima similar a Los Ángeles, y un estilo de vida Europeo como Italia. Málaga le hace sentir un poco como si California y México estuviesen unidos con un lazo italiano.
La vida le ha puesto a Federico y a Sandra unas pruebas muy duras. Tanto como que ella piensa que no hay que tener miedo a los cambios, que tal y como ella declaraba en el nº 5 de LA REViSTA de EL ANFiTRiÓN DEL CAMBiO todos los cambios son positivos, y que todo cambio es como tú lo quieras ver, es como tú ves el mundo, puedes verlo cuadrado o redondo, pero uno hace también el futuro porque tú colaboras para hacer parte de ese camino, y si tú quieres que el camino sea verde será verde, si quieres que sea rojo será rojo.